FALSA

Soy tan falsa como la realidad que me rodea,

como las fotos retocadas clamando perfección

y ocultando la verdad:

la belleza imperfecta,

el dolor humano,

las grietas del tiempo.

Porque yo misma oculto cada golpe

tras una fachada de falsa calma

e impasibilidad trabajada con los años.

Soy tan falsa que al tocarme ya no sé

si soy yo a quien me toco

o es otro alma descarnada

por las mismas presiones vacías que dañan la mía.

Que ya no sé si identificarme con mi nombre

porque para mi no significa más

que los anhelos perdidos de unos padres.

Soy tan falsa como las lágrimas que derramo

y ya no sé que significan, pero que ahí están,

resbalando a destiempo, sin sentido, quemando

verdades que no recuerdo pero que están en mi espalda

trepando cuando intento dejarlas atrás.

Como las cicatrices, aún visibles, en mi cuerpo

que hablan de tiempos pasados que en realidad

siguen tan vivos como cuando eran heridas.

Soy tan falsa como la vida misma:

una promesa de un futuro de ensueño

que sólo llega si no estás despierto.

Soy tan falsa como tú, que desde tu poltrona

planeas cambiar el mundo,

como quien pretende amar sin sacrificio,

soy el ciego que cree ver y la mano

que te tapa la boca cuando crees hablar.

Soy tan falsa como la libertad en este país,

como la honestidad en los políticos,

la humanidad de las personas,

como tu amor por mi

y el mio por el resto.

Soy tan falsa que recreo la verdad.