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Hoy me he levantado pensando en ti,

en tus polos de marca holgados

y en especial ese azul que tanto me gustaba,

de tu estridente música electrónica,

del sexo sin complejo y de los besos.

He recordado el sonido de tu voz,

tu forma de meterte el pijama por los calcetines,

como me abrazabas al dormir.

Había un océano entre nosotros,

apenas nos vimos unos días de verano

y otro par en invierno. Ni siquiera era amor.

No te recuerdo con nostalgia,

no espero que vuelvas y te encuentre

mirándome a los ojos como en aquel entonces.

Solo estaba intentando entender que me llevó

a no dejarte ir cuando todo estaba en contra

y solo se me ha ocurrido un motivo con sentido:

las ganas de querer enamorarme y de poder contarlo.

Pero como todo lo importante en la vida,

no es algo que se pueda forzar, surge.

Ahora ni siquiera puedo decir que te quisiera de verdad,

pero te pienso a veces, no sólo hoy,

y me pregunto que fue de ti, si estarás casado,

si recuerdas esos días sin sentido,

si llegaste a echarme de menos,

si habrás vuelto a España,

si eres feliz.